The Boys estrenó su cuarta temporada con dos nuevas incorporaciones a los Seven, el selecto grupo de siete súpers (denominación para los individuos con poderes sobrehumanos) que son la cara visible de Vaught, la farmacéutica que produce el compuesto V y tiene tanto poder como el propio gobierno de los Estados Unidos. Estos dos nuevos miembros son Sister Sage y Firecracker (petardo). Pero es esta última la que llamó más la atención entre el público argentino debido a sus similitudes con Lilia Lemoine, la diputada nacional de La Libertad Avanza, íntimamente relacionada al lugarteniente de la Atlas Network en Argentina, Javier Milei.
Firecracker hizo su aparición estelar en la convención de teorías conspirativas del Episodio 2 de la Temporada 4. El evento en cuestión se llamaba «Truthcon». Una combinación de la palabra «Truth» (verdad) y el sufijo «Con» que se utiliza para las convenciones, como por ejemplo la «Comic Con». Un nombre que evoca la compulsión de las nuevas derechas por disfrazar sus mentiras como verdades. Recordemos que Donald Trump, calificado por Bernie Sanders como un «mentiroso patológico», decidió llamar a su red social «Truth Social».
En el episodio, esta influencer conspiranoica menciona que su discurso tendrá lugar antes de que le toque el turno a los terraplanistas, mientras su coequiper, Splinter (un súper con el poder de crear múltiples clones de sí mismo), la ayuda con los preparativos. El título de su evento será: «Starlight and the Hollywood Pedophile Cabal», un guiño a una práctica difamatoria muy habitual en los Estados Unidos, que consiste en asociar a cualquiera que tenga una crítica a las ideas de derecha con una secta pedófila hollywoodense. En este caso, la víctima de dicha calumnia es Starlight, la protagonista y contracara de Homelander en la serie.
En su discurso, Firecracker utiliza todos los trucos y maniobras clásicas del manual de falacias de la nueva derecha.
«No voy a endulzar esto. Tenemos una crisis nacional. El propio Homelander dijo Starlight trafica con niños y sus starlighters asesinaron a tres de nuestros hermanos ayer para encubrirlo. ¡Nos están matando, despierten! En las siguientes dos horas, demostraré que Starlight trabaja con Oprah y Tom Hanks para montar un servicio satánico de entrega a domicilio. Ordenar un hot dog, te da un niño. Un cupcake, una niña. Un combo te da un niño al que obligaron a someterse a una cirugía trans y un refresco te da una inyección de adrenocromo.»
Toma una problemática con un alto nivel de condena social, se la atribuye a su enemigo estratégico y exagera todo para lograr un mayor grado de repudio y odio por parte de su audiencia. Nada muy distinto a las operaciones que los pseudoperiodistas de La Nación+ realizan a diario contra los movimientos sociales. O que el acoso selectivo que la propia Lilia Lemoine ha efectuado contra el movimiento feminista.
Pero The Boys va más allá y se burla de este recurso, haciendo que Firecracker cruce los límites de los ridículo con la siguiente frase.
«Si sumas todas las letras de todas las películas de Tom Hanks obtienes 311, que es el código policíaco para pornografía infantil. ¡Son matemáticas!»
En este caso, los guionistas incluyeron una alución a los conspiranoicos del 911, el atentado contra las Torres Gemelos ocurrido el 11 de noviembre de 2001. Quienes formulaban ese tipo de teorís conspirativas en los foros, antes de la existencia de Twitter, solían postular todo tipo de ideas descabelladas vinculadas a los números alrededor de la fecha de dicha tragedia.
Con esto no queremos decir que el gobierno de los Estados Unidos no oculte información sobre aquel atentado, ni tampoco que no existan redes de explotación sexual contra las infancias. Al contrario, muchos de los flagelos que las nuevas derechas pretenden usar políticamente existen. El problema es que no buscan resolver ninguna de estas problemáticas, sino utilizarlas para descalificar a sus rivales políticos. Una práctica que, además, termina banalizando cuestiones muy serias.
Al terminar su alocución, Sister Sage, la persona más inteligente del mundo, se acerca a ella y le pregunta por qué lo hace. Firecracker admite que miente y le da sus razones.
«Propósito. Vendo propósito. Esta gente no tiene nada. Tal vez perdieron un trabajo, una casa, a un niño por drogas… y a los políticos les vale una mierda. Y los medios de comunicación los avergüenzan por el color de su piel. Entonces, los reúno, les cuento una historia, les doy un propósito. ¿Cuál quisieras creer? ¿Que perteneces a una comunidad de guerreros que luchan contra un mal secreto o que eres un intrascendente don nadie solitario que nadie recordaría?»
Una justificación que alude a la naturaleza propia de los grupos fascistas. Un conjunto de personas que compensa sus carencias individuales uniéndose a un grupo cuya esencia es oponerse a otro, no la colaboración para lograr algo por la positiva. No existía el movimiento «Nadie menos», hasta que no se impulsó el «Ni una menos». No existían los pañuelos celestes, hasta que el movimiento de mujeres no empezó a usar el verde. Y así podríamos seguir.
En cualquier caso, las similitudes con Lilia Lemoine son más que evidentes.
Omitamos el hecho de que The boys es una serie oscura sobre superhéroes y que la diputada libertaria es una reconocida cosplayer que se ha disfrazado de superheroína incontable cantidad de veces. Este punto es mera coincidencia. La esencia de su parecido radica en su ideología y su rol como influencer de las teorías conspirativas.
Teorías sobre el COVID-19. Lilia Lemoine fue una fuerte opositora a las medidas de prevención del COVID-19, llegando a calificar la pandemia como una «plandemia» orquestada por elites globales para controlar a la población.
Vacunas con microchips. En varias ocasiones, sugirió que las vacunas contra el COVID-19 podrían incluir microchips para rastrear a las personas, una teoría ampliamente desacreditada y sin fundamento científico. Además, en medio del mayor brote de Dengue de la historia del país, criticó a la vacuna contra los cuatro serotipos de dicho virus y afirmó que «si tuviéramos un gobierno kirchnerista ya habrían comprado todas las vacunas» defendiendo al gobierno de Milei por la desidia frente a la epidemia actual causada por el mosquito.
Cambio climático como farsa. La diputada libertaria desestimó la existencia del cambio climático, sugiriendo que es una invención de las élites para imponer restricciones económicas y de comportamiento a la población global. En uno de sus videos afirmó que lo de Gretha Thunberg muriéndose de angustia por el planeta era una farsa y que «pueden venir a buscarme dentro de 20 años y decirme ‘Lilia tenías razón, el planeta no explotó, era mentira lo del cambio climática’ […] y van a tratar de meterte miedo con otra cosa.»
Control mental a través de la tecnología 5G. Promovió la idea de que la tecnología 5G se utiliza para controlar las mentes de las personas, una afirmación sin base científica que ha sido refutada por numerosos estudios. Dijo, textual, que «sirven para leer las ondas cerebrales de las personas».
Teoría de la Tierra plana. Aunque ahora dice que lo había planteado con sarcasmo, ella sostuvo que existía una conspiración global por la cual, según sus propias palabras, «los gobiernos quieren ocultar que la Tierra es plana» y llegó a decir además que «hay una gran pared de hielo que circunda a la Tierra plana».
Parece mentira que esta influencer ocupe el cargo de secretaria de la comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados. Sin embargo, si para algo sirve el personaje de Firecracker, es para darnos cuenta que este fenómeno, o más bien flagelo, no es exclusivo de la Argentina, sino que es común a todas las democracias occidentales. Antes de Milei, fueron varios de las figuras de esta nueva derecha las que lograron imponerse en las urnas, como Donald Trump, Jair Bolsonario o Boris Johnson. Y también hay otros que pelean por llegar al poder como Vox, en España; los neonazis de AfD, en Alemania, o el pinochetista José Antonio Kast, en Chile.
No obstante, por mucho que la nueva derecha repita que hay una cospiración global de ciertas élites para dominar al mundo, el único plan para imponer una agenda a nivel internacional es el de la Atlas Network, que busca instalar gobiernos afines para favorecer a ciertos sectores del capital, como es el caso de Milei en Argentina.
Una es terraplanista, antivacunas, conspiranoica y militante de la nueva derecha. La otra es Firecracker, nuevo miembro de los Seven, en la Temporada 4.