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La verdad sobre Irlanda: Un paraíso fiscal y ningún modelo a seguir

Una práctica discursiva muy habitual, por parte de los liberales, es tomar un país con un PBI per capita elevado y, sin ningún indicador adicional ni contexto, afirmar que dicho país representa un modelo a seguir. En esta línea, el nuevo país de moda entre los libertarios es Irlanda.

Top five de países por PBI per capita (Paridad de Poder Adquisitivo) en 2022

País Puesto PBI per capita
Luxemburgo U$ 140,616.4
Singapur U$ 127,606.8
Irlanda U$ 126,837.3
Noruega U$ 114,929.5
Qatar U$ 114,049.2

Fuente: GDP per capita, PPP (current international $), World Bank.

Como vemos, para el año 2022, Irlanda se ubicó en el podio de los tres países con mayor PBI per capita.

Para quien aún no lo sepa, el PBI per capita resulta sencillamente de dividir el Producto Bruto Interno de un país por su cantidad de habitantes. Es decir, la suma de la riqueza producida, dividida por la población total. Y acá es donde aparece la trampa.

Población y Producto Bruto de los cinco países líderes en PBI per capita en 2022

País Población Posición en el ranking de PBI total
Luxemburgo 653.100 hab. 95°
Singapur 5.637.020 hab. 37°
Irlanda 5.127.170 hab. 39°
Noruega 5.457.130 hab. 40°
Qatar 2.695.120 hab. 61°

Fuente: United Nations Population Division. GDP, PPP (current international $), World Bank.

En la tabla anterior, podemos apreciar cómo ninguno de los cinco países que encabezan el ranking de PBI per capita supera los seis millones de habitantes y que, además, ninguno se encuentra entre los primeros 25 puestos de PBI total o, lo que es lo mismo, de generación de riqueza bruta.

Dicho de otro modo, se trata de países poco poblados, con economías de medianas (Singapur, Irlanda y Noruega) a pequeñas (Luxemburgo y Qatar). No son grandes potencias, ni tampoco tienen economías capaces de sostener un nivel de vida alto para poblaciones númerosas como la de Argentina. Ni que hablar de países más populosos como Brasil.

El truco matemático que no cuentan los libertarios es que, al dividir cualquier PBI (mediano o pequeño) por una cantidad reducida de habitantes, el resultado es un PBI per capita sobredimensionado.

Estos países poseen una fuente de renta que genera un movimiento de capitales suficiente para impactar en el indicador «per capita». En el caso de Luxemburgo e Irlanda, la renta financiera. En el de Noruega y Qatar, la renta petrolera. Y Singapur, la renta comercial derivada de ser el puerto de mayor actividad del mundo, por su ubicación estratégica en Asia.

Pero centrémonos en Irlanda.

Dijimos que la fuente de renta que provoca un espejismo sobre su PBI per capita es la renta financiera. Pero, ¿a qué nos referimos con esto?

Irlanda es un paraíso fiscal. Un país donde las empresas aprovechan la ausencia de impuestos para localizar sus casas matrices y girar utilidades hacia su infraestructura bancaria. Este simple movimiento de capitales tiene un impacto en el cálculo del PBI. Pero genera una cifra ficticia, dado que no se desembolsa ninguna inversión productiva real.

Las empresas que se localizan en Irlanda no abren fábricas, ni producen manufacturas o servicios a una escala industrial. Sólo construyen un ecosistema de oficinas desde donde se administran los dividendos originados en los procesos productivos de otros países.

Vale la pena repetirlo. Las multinacionales que han abierto operaciones en Irlanda, entre las que destacan farmacéuticas y tecnológicas, no desarrollan allí sus procesos productivos, sino las cuestiones ligadas a la contabilidad, finanzas y, en algunos casos, investigación y desarrollo.

Ejemplos de estas empresas son Pfizer, Johnson y Johnson, Apple, Google, Facebook y Microsoft. Si bien estas grandes corporaciones no han radicado sus sedes centrales en Irlanda, sí localizan sus empresas subsidiarias y filiales europeas.

Este modelo, sin embargo, tiene dos grandes límites a nivel país. El primero, que encarece los precios del consumo doméstico para el irlandés promedio. El segundo, que sólo funciona en países con muy pocos habitantes y suele expulsar población hasta alcanzar un punto de equilibrio. Un fenómeno que ya está ocurriendo en la Irlanda actual.

Top five de países por costo de vida en 2022

País Puesto Índice de precios
Suiza 227
Singapur 206
Bahamas 203
Islas Caimán 190
Irlanda 172

Fuente: Expatistan (Costo de vida por países) en base a IPC de los distintos países.

Irlanda no sólo se encuentra en el top de renta per capita sino que también aparece entre los primeros cinco puestos del ranking de los países con el costo de vida más alto. Una posición que comparte con otros dos paraísos fiscales: Bahamas y las Islas Caimán.

Este fenómeno se explica por la especulación comercial. Al tratarse de un país sin grandes industrias ni regulaciones comerciales, las empresas importadoras dominan la distribución de bienes y servicios, fijando precios más altos que acaban comiéndose el diferencial positivo en el poder adquisitivo de los irlandeses.

Dicho de otro modo: los irlandeses ganan más dinero, pero las comercializadoras les cobran más caro lo que consumen. Por eso, no importa que su salario en euros sea más alto que el del resto de Europa porque, al final, el acceso a bienes de consumo es igual o incluso menor.

Pero, además, la desregulación financiera y el influjo de capitales conlleva otro problema, tal vez mayor, para la población local: el auge de la especulación inmobiliaria.

El ecosistema de oficinas que se montan las empresas en Dublín termina encareciendo la tierra urbana. Y no sólo por un aumento de la demanda real debido a la construcción de edificios administrativos, sino por actividades netamente especulativas de sectores que buscan una ganancia financiera en el rubro inmobiliario. Esto acaba convirtiendo la compra-venta de inmuebles en un casino para un puñado de grupos inversores.

El resultado es que el precio del m² en las ciudades de Irlanda se disparó tanto para la vivienda propia como para los alquileres, los cuales se volvieron virtualmente inaccesibles para el irlandés promedio en el último tiempo.

Actualmente, Irlanda vive una crisis de vivienda que afecta principalmente a los jóvenes adultos, quienes se ven obligados a volver a las casas de sus padres o emigrar hacia otros países con mejores oportunidades. De este modo, la isla se ha convertido en un país que, lejos de asegurar un buen nivel de vida a sus habitantes, expulsa población. Y no hablamos del último escalafón social, sino de jóvenes altamente calificados.

Según el Instituto de Estudios Socioeconómicos de Irlanda (ESRI), en 2023 la emigración bruta aumentó respecto a 2022 con la salida del país de 64 mil personas, un 14 % más respecto del año anterior. La tasa de migración neta únicamente se ve compensada por la llegada de refugiados ucranianos y de otros países africanos y del Medio Oriente. Pero la problación irlandesa nativa se está yendo del país.

Este proceso de expulsión de población tuvo su pico en los años posteriores a la crisis del Lehman Brothers, en 2008. De acuerdo con el Banco Mundial, entre 2009 y 2013, la tasa de migración neta fue negativa, un proceso similar al vivido por otros países donde la crisis tuvo gran impacto como Grecia, España o Portugal. Aunque, en el caso de Irlanda, la emigración de la población nativa fue un proceso sostenido desde los años noventa, cuando comenzaron las políticas liberales.

Población nativa irlandesa radicada en el exterior (1995-2015)

Año Emigrantes totales Porcentaje de la población
1995 226.892 6,2%
2000 350.552 9,1%
2005 589.046 14%
2010 730.542 15,8%
2015 746.260 15,9%

Fuente: United Nations Population Division.

De acuerdo con los datos del Banco Mundial, para 1995, el 6,2% de los irlandeses eran emigrantes que vivían en el extranjero. Pero, para el año 2015, ese porcentaje se había triplicado, totalizando un 15,9%. Un cambio que, en términos absolutos, implicó pasar una población de 227 mil a 746 mil irlandeses radicados en el exterior. Vale aclarar que esta cifra excluye a los irlandeses nacidos en el exterior y nacionalizados, por lo que el aumento exponencial del número responde exclusivamente a los irlandeses que abandonaron su tierra natal.

Aunque estos datos son contundentes y derrumban el mito liberal sobre Irlanda, los libertarios todavía pueden argumentar, parafraseando a Javier Milei, que para los «irlandeses de bien» el modelo funciona. O, dicho más descarnadamente, que, para los irlandeses que sobrevivieron a todo el proceso, el país donde viven es el paraíso comparado con cualquier país latinoamericano. Y que, gracias a las políticas liberales, en Irlanda hay acceso a más bienes y de mejor calidad.

No obstante, un solo bien de lujo basta para desmentir esta afirmación.

Consumo de carne vacuna per capita para el año 2020 en Irlanda y países seleccionados

País Consumo anual de carne de res per capita
Argentina 47.10 kg
Estados Unidos 37.31 kg
Australia 36.77 kg
Brasil 35.30 kg
Canadá 27.39 kg
Israel 26.86 kg
Francia 21.02 kg
Irlanda 19.79 kg

Fuente: Food and Agriculture Organization of the United Nations.

La carne de vaca se considera un bien de lujo, ya que es el tipo de carne más caro de producir, en un mundo donde las proteínas de origen animal siguen siendo las más codiciadas.

Si uno fuera libertario, seguramente daría por sentado que Irlanda posee un consumo de carne de res mayor al de la mayoría de los países, teniendo en cuenta su renta per capita. Sin embargo, la tabla muestra lo contrario.

El consumo de carne vacuna de los irlandeses es menos de la mitad que el de los argentinos, quienes lideramos el ranking.

Alguien podría argumentar que la mayoría de los países de la tabla son productores de carne de res y cuentan con grandes superficies arables dedicadas a la ganadería. Israel, sin embargo, es un país diminuto que no se dedica a la industria ganadera y tiene un consumo considerablemente superior de carne de vaca. Francia tampoco es un gran productor vacuno y también supera a Irlanda, a pesar de que tiene trece veces más bocas que alimentar.

Tal vez alguien piense que el limitado consumo de carne vacuna en Irlanda se deba a que el país tiene otros patrones de consumo de carne. Y que, por ejemplo, prefieran el pollo, el cerdo o el cordero antes que los cortes de res. Por eso, vamos a detenernos también en el consumo total de carne de todo tipo y origen.

Consumo total de carne (vaca, cerdo, pollo, cordero y otros animales) per capita para el año 2020 en Irlanda y países seleccionados

País Consumo anual de carne per capita
Estados Unidos 126.73 kg
Australia 120.72 kg
Argentina 110.54 kg
Brasil 98.85 kg
Israel 98.21 kg
Canadá 90.20 kg
Francia 79.20 kg
Irlanda 79.07 kg

Fuente: Food and Agriculture Organization of the United Nations.

Cuando tomamos todos los tipos de carne, otra vez Irlanda aparece al final de la tabla de los países seleccionados.

La presunción de que un país con una renta per capita elevada es necesariamente un país con un nivel de consumo alto se demuestra falaz.

Con estos datos no queremos decir que un alto consumo de carne es más saludable ni meternos en cuestiones nutricionales, sino simplemente evidenciar que no existe una relación directa entre PBI per capita y acceso a bienes de consumo y que todas las economías nacionales revisten una complejidad que amerita un análisis más profundo que la simple comparación de rentas por habitante.

En el caso de Irlanda, se trata de un paraíso fiscal, no muy poblado, con un alto costo de vida, un auge de las actividades especulativas y una crisis de vivienda que no tiene nada que envidiar a la nuestra. La ausencia de impuestos y la localización de empresas multinacionales no resolvieron los problemas de los irlandeses, sino que, al contrario, propiciaron la emigración de la población nativa.

Definitivamente, Irlanda no es un modelo a seguir.

Milei dijo que, con sus políticas, en 40 años podríamos ser Irlanda. Pero este país no es un modelo deseable, ni tampoco podríamos imitarlo.

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