La Temporada 7 de Rick and Morty trajo consigo uno de los regresos más esperados por sus seguidores. Estamos hablando de Unidad, la mente colmena y exnovia del científico. Una confirmación de que su historia forma parte del cuerpo canónico de la serie. Y de que se trata de mucho más que un personaje ocasional. No de otro señor Nimbus, a quien los propios guionistas utilizan para mofarse de la compulsión con la que han incluido a este tipo de personajes episódicos, a lo largo de los años.
Unidad ya llevaba bastante tiempo sin aparecer. No lo hacía desde el Episodio 3 de la Temporada 2, Auto Erotic Assimilation. Así que su ansiado regreso se demoró cinco temporadas. Y no fue hasta el tercer episodio de la última entrega que la tuvimos de vuelta, en Air Force Wong. Pero la espera valió la pena.
Cuando la conocimos durante la segunda temporada, el desarrollo de su personaje le permitió al equipo creativo poder profundizar en un plano bastante esquivo del anciano protagonista, su vida sentimental. Lo cual no es una cuestión menor, tratándose de la intimidad amorosa de un personaje tan nihilista como él.
Rick siempre niega que los sentimientos y los vínculos a largo plazo importen, incluso mostrando desdén por su propia familia. Aunque esto sólo es palabrerío para mentirse a sí mismo. En realidad, los vínculos afectivos le importan mucho. Es en su afán por sobrellevar el dolor por la muerte de su esposa que intenta convencerse de lo contrario. Pero en más de una oportunidad ha demostrado tener cierta debilidad frente al romance.
Recordemos que en el Episodio 3 de la Temporada 5, A Rickconvenient Mort, Rick se escapa con Summer a una sucesión de fiestas apocalípticas para, en sus propias palabras, «drogarse y tener sexo» y así demostrarle a su nieta que «el amor apesta». Pero, a diferencia de la adolescente, él termina enganchándose con una morgluztiana, Daphne, del primer planeta al que visitan, para luego ser descartado por ella.
No obstante, el asunto con Unidad es diferente. De hecho, se trata de la única relación amorosa que conocemos de Rick, además del de su difunta esposa. En su vínculo se cruzan problemas de responsabilidad afectiva y falta de claridad sobre sus propios deseos, revelándonos la complejidad de las emociones de un personaje que cree tener todo dominado, en todo momento, por ser la persona más inteligente del universo, aunque en realidad es víctima de sus propios demonios.
Pero de quien nos interesa hablar en esta nota no es de él, sino de ella. Sobre todo, en lo referido a uno de los aspectos que la vuelve un personaje tan interesante. En concreto, su condición de colmena mental. La característica que, además, explica sus idas y vueltas con Rick.
Unidad es una entidad colectiva. El cuerpo del personaje con la que la representen ni siquiera es su cuerpo verdadero, dado que no habita un cuerpo material sino en el espacio virtual de la propia mente. No sólo la suya, la de todos los que asimila. Algo que logra vomitándoles en la boca a sus blancos.
No queda claro si, al hacerlo, toma el control de sus mentes o sólo de sus cuerpos. Esta diferencia, en apariencia sutil y banal, esconde un sinfín de implicancias filosóficas y éticas. No es lo mismo que las personas asimiladas pasen a formar parte de una consciencia colectiva, nutriéndola de su individualidad, a que su individualidad sea suprimida y reemplazada por la voluntad de un único sujeto. En tal caso, no estaríamos ante una consciencia colectiva, sino ante una individual que domina múltiples cuerpos.
Aunque hay que admitir que Unidad tiende a comportarse como una consciencia individual, dado que en su enamoramiento de Rick se muestra como un único sujeto que controla múltiples cuerpos, también es verdad que se ocupa de asegurar la supervivencia y reproducción del conjunto de los individuos que la conforman. Es decir, de la totalidad de la vida social que la integra. Algo similar a como las abejas en una colmena sirven a un propósito colectivo. Por esta razón, el presidente Curtis la tilda de «comunista».
Tal vez sea una de las pocas veces que este epíteto se encuentre bien utilizado. Y no es algo menor, ya que los liberales y las nuevas derechas se han ocupado de cargarle significados erróneos, alejados tanto de la historia, como de la evidencia empírica y de las nociones más básicas de la sociología.
Unidad puede considerarse comunista, en el sentido marxista del término, debido a su capacidad para organizar una sociedad en la que la reproducción material del conjunto de la comunidad está garantizada. En su mundo, todos los individuos asimilados comparten los recursos de manera equitativa, eliminando la propiedad privada y asegurando que nadie carezca de lo necesario para vivir. Esta distribución justa y centralizada de los recursos recuerda a la planificación económica socialista, donde la producción y el consumo están diseñados para satisfacer las necesidades colectivas y no los intereses individuales o de una clase dominante.
Además, Unidad elimina las clases sociales al integrar a todos los individuos en una conciencia colectiva. En una sociedad marxista ideal, el fin de las clases es un objetivo fundamental, logrando una igualdad verdadera donde no hay opresores ni oprimidos. Unidad realiza esto de manera literal, haciendo que todas las voces sean una sola, eliminando la explotación y las relaciones de poder tradicionales que caracterizan al capitalismo. Esto permite una planificación centralizada que optimiza la utilización de recursos y trabajo, asegurando que todas las necesidades sean cubiertas sin desperdicio, alineándose con la visión marxista de una economía racional y justa.
La sociedad creada por Unidad también destaca por su solidaridad y cooperación, principios centrales en el marxismo. Al absorber las individualidades en una mente colmena, se suprime el egoísmo y el interés personal que suelen dividir a las comunidades humanas bajo el capitalismo. En lugar de competir, los individuos trabajan juntos en perfecta armonía, priorizando el bienestar colectivo sobre el personal. Esta integración no solo asegura la reproducción material de la comunidad, sino que también promueve una cohesión social inquebrantable, reflejando la utopía comunista donde el trabajo y los recursos se distribuyen según las necesidades de cada uno, y todos contribuyen y se benefician por igual.
En el Episodio 3 de la última temporada, sin embargo, el presidente Curtis intenta utilizar el poder de Unidad con otros fines. Cuando adquiere la posibilidad de transformarse en una colmena mental, sólo se preocupa por hacer subir su índice de aprobación y someter a los demás a un culto de sí mismo. Una desviación personalista del propósito de Unidad, que puede interpretarse como una referencia a los regímenes comunistas reales que, en algunos casos, degeneraron en dictaduras personalistas como la Rumania de Nicolae Ceaușescu.
Rick le pide a su exnovia que le ayude a combatir al presidente Curtis. Ella lo complace, dándole una invasión a la Tierra, recuperando las mentes asimiladas por el mandatario y luego las liberándolas. Algo que supone un esfuerzo desproporcionado para una colmena mental. Semejante favor, no obstante, acaba con ella marchándose de nuevo. Y no porque no quiera al científico, sino por la misma razón por la que ya lo había hecho antes, en la Temporada 2.
«Pierdo mi identidad para volverme parte de ti» le había escrito en una nota la última vez, antes de dejarlo. En esta oportunidad, ella se niega a volver con Rick porque sabe que, en tanto sea una entidad colectiva, tiene responsabilidades que van más allá de sus intereses individuales. Y que no podrá cumplir sus deberes de colmena mental entablando una relación con una persona tan autodestructiva. Lo que no quiere decir que no le importe.
Al final del episodio vemos que Rick, nuevamente con el corazón roto pero no tan dolido como la primera vez, escucha los mensajes de voz que Unidad le había enviado y él había ignorado. Descubrimos que su repentino interés por volver a verlo se debía a que quería evitar que Rick se enfrentara a Rick Prime de nuevo.
«La última vez casi te mata», le dice. Esto demuestra que, si bien Unidad sabe que no puede mantener una relación sana con Rick, tampoco puede tenerlo muy lejos. Es probable que, en futuros episodios, ella regrese de nuevo para salvarlo de algún aprieto, dada la naturaleza contradictoria de sus sentimientos hacia él.
Unidad, la colmena mental que fue pareja de Rick, apareció por segunda vez en el episodio 3 de la Temporada 7 y podría volverse un personaje recurrente.